Javier Blanco escribe la primera reseña de SÖAX en La Nueva España
«Söax», enérgico electro-rock con la voz de Yolanda Nava
El grupo publica un disco que combina músicas actuales y la «esencia rockera»
Javier Blanco 26.02.2017 | 03:26
La mezcla entre generaciones ya bregadas en la escena asturiana, léase Ramón Prada, autor entre otras obras de «La noche celta», o Yolanda Nava, voz de los «Neurotics», una banda brillante que comenzó su andadura en Arriondas en 1995, combinadas con otra hornada de músicos de altura tal que Ignacio Cadenaba (batería), José Ignacio Remis y Juan Bertrand (guitarras) ha dado con un sonido que concluye en una vuelta de tuerca a todas sus incursiones musicales.
La banda se llama «Söax», que es una referencia a «un músculo (aunque escrito con «ph») «que nos mantiene en pie», desvela Prada. «Söax» presenta un sonido que combina con pulcritud el rock y la electrónica y el resultado es un EP con cinco canciones y cinco historias distintas. O mejor, cinco ritmos dispares que conectan con la fuerza del rock, pero también con algunos momentos para el dance (dentro de un orden) u otros que rozan la psicodelia de los tiempos sonoros de los setenta en que la música electrónica y sus matices rockeros se presentaban en sociedad para dejar luego ramificaciones tan estimulantes como el rock progresivo y el sinfónico.
Por ello se combina sin traumas el sonido del sintetizador con las guitarras, que tienen una fuerza descomunal, casi heavy, con otras partes de quietud en la introducción de las canciones («Use your mind»). Como dice Ramón Prada, que en esta faceta toca el bajo y maneja sintetizadores y toda la parte electrónica, es un planteamiento que busca otros «universos sonoros, pero aplicando la esencia del rock». Y además, matiza, «es algo que suena muy potente en directo». Hay canciones para ello, como «Ona (Sweet Love)», que puede llegar a ser una de esas piezas que alcancen las listas de éxito o que den un pelotazo como banda sonora de algún spot televisivo. Y tiene una parte final psicodélica con «Count down blues». «Es una nueva forma de entender el rock y los sonidos actuales, con el poso que da la experiencia», argumenta Prada.